CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO

MARTIN ALMADA

OTRO GRANDE QUE SE FUE PARA VIVIR EN LA MEMORIA POPULAR

Por: Franklin Ledezma Candanedo*

Hoy partió al viaje sin retorno, el formidable compañero progresista MARTÍN ALMADA, pedagogo, escritor y poeta paraguayo, ganador del Premio Nobel Alternativo y activista por los derechos humanos en Paraguay durante la dictadura de Alfredo Stroessner.

Fue sindicalista, líder del movimiento Por un techo para cada educador de la Federación de Educadores del Paraguay, además de escritor y poeta. Fundador y director de la Escuela Juan Bautista Alberdi, ubicada en San Lorenzo, Paraguay, instituto educacional que fue abruptamente cerrado en 1974 por órdenes dictatoriales.

En dicho año, Almada presentó su tesis doctoral "Paraguay, Educación y Dependencia" en la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina2​. Dicha tesis –que fue calificada de "subversiva y terrorista" por la Policía Federal Argentina–, le valió un arresto y prisión en condiciones inhumanas, sufriendo torturas sistemáticas, que incluyeron a su primera esposa, quien falleció de un infarto al escuchar telefónicamente las sesiones de torturas que sufrió Almada y a quien tuvo que enterrar en el patio de su casa por orden expresa del general Alfredo Stroessner.

Almada estuvo ilegalmente detenido, como preso político, de 1974 a 1977 en la cárcel de Emboscada, utilizada en ese tiempo como campo de concentración, enterándose de que su privación de libertad estaba comprendida dentro del Operativo Cóndor.

Luego de una larga huelga de hambre de 30 días y de intensas presiones internacionales de distintos grupos y activistas de Derechos humanos, mediante la denuncia de Amnistía Internacional, Almada fue liberado y rápidamente se asiló en Panamá. Posteriormente, trabajó para la Unesco. A partir de ese momento se dedicó a denunciar las violaciones de derechos humanos que la dictadura de Stroessner cometía-Wilquipedia.

En nuestro país entró en contacto con el formidable compañero progresista Julio Yao, quien le ofreció todo su respaldo, para seguir adelante en esa gran empresa que hizo suya, la defensa de los derechos humanos, como víctima que fue de la criminal operación Cóndor.

Le cedemos la palabra al compañero Julio Yao, para que nos relate las vivencias entre dos grandes del pensamiento progresista, defensores permanentes de los derechos humanos y contra las dictaduras fabricadas por el belicoso e insaciable imperio hegemónico. He aquí ese texto fundamental, que esperamos sirva de singular paradigma a propios y extraños, en este tiempo de tanta incertidumbre, dudas y convenientes fragilidades jugosamente compensadas.

Mi querida amiga, Beatriz Stolowicz, me acaba de informar desde México que falleció Martín Almada, escritor, poeta, educador y revolucionario de Paraguay, quien develó los Archivos del Terror y desenmascaró la Operación Cóndor, un plan siniestro de las dictaduras militares del Cono Sur, engendrado por EE.UU.

Martín Almada llegó a Panamá durante las negociaciones finales de los Tratados Torrijos- Carter, y lo atendí en mi carácter como Asesor personal del canciller, Juan Antonio Tack y del General Omar Torrijos Herrera, mandado a asesinar por el ex presidente George Bush, padre.

La Operación   Cóndor asesinó a decenas de miles de revolucionarios, izquierdistas y patriotas latinoamericanos en la región y países europeos.

Cuando los revolucionarios dominicanos fueron asesinados en Bélgica -- unos por asfixia mediante gas y otros, masacrados en calles de Bruselas, donde se asilaron -- yo me encontraba en el exilio en Holanda, perseguido y acorralado por agentes de Panamá y Colombia de la CIA en La Haya, donde estudiaba en el Instituto Internacional de Estudios Sociales.

Yo había sido secuestrado en mayo de 1970 por agentes de la CIA en Washington que me habían acosado en Panamá entre 1966 y 1968, por oponerme públicamente a los Tratados Robles-Johnson. 

En Washington realizaba una gira de estudio.  Del secuestro me escabullí milagrosamente, y el Gobierno de Holanda, responsable de mi seguridad, tuvo que quejarse ante la Cruz Roja Internacional por el atropello.

Después de mayo de 1970, mi Instituto me buscó refugio en el Norte de Holanda, donde no me encontrarían.  Salí de mi escondite tras varios meses y, entonces, la Reina Juliana de Holanda me prestó su apartamento en su Palacio de La Haya ("Queen’s Garden"), donde me mantuve escondido hasta el 31 de diciembre de 1970, cuando los agentes de la CIA fueron expulsados del país.

 

Estando en La Haya en 1971, en Bélgica asesinaron por gas al ex secretario general del Movimiento Popular Dominicano (MPD), Maximiliano Gómez (El Moreno), el 23 de mayo de ese año.  También por esas fechas encontraron asesinado en su baño a un diplomático cubano en París.

¡La muerte de Martin Almada, quien vivió y murió por Latinoamérica, me hace recordar y pensar cuántos miles de personas murieron en secreto y están hoy en el olvido!

¡Loor al compañero mártir, Martin Almada!

*Periodista y Escritor.